Desde la incorporación de la etiqueta ecológica austríaca en 1990, los productos y
servicios respetuosos del medio ambiente han conquistado el mercado. La etiqueta
ecológica abarca una amplia gama de temas: desde productos clásicos hasta turismo,
instituciones educativas y jardines de infantes.
La etiqueta ecológica ha influido decisivamente en este cambio: para 80 grupos de
productos se establecieron, junto con las directrices de la etiqueta ecológica,
estándares ecológicos que han dado forma al desarrollo del producto y aseguran una
información al consumidor transparente y fiable.
Más de 1050 licenciatarios de la etiqueta ecológica austriaca muestran el desarrollo
dinámico y la gran aceptación de la etiqueta ecológica austriaca.